Un sábado cualquiera. Poco tiempo después de mudarnos a Gazcue, suena el timbre de la puerta. "Doña, la buscan". Acompañada de dos guardias entra una mujercita cuya mejor descripción sería la de gallina semidesplumada. Sandalias de tacón, canillas, arrugas, peluza rizada y teñida de un color rucio que le haría competencia a la arena de mi playa favorita en Puerto Plata. La "dama" explica con mucho gesto que viene a llevarse las lámparas porque son de ella.
--¿Las lámparas? ¿Las de mi sala y mi comedor?
--Sí, esas mismas, son mías, que me las regalaron los que vivían aquí anteriormente.
--Pues pase y lléveselas.
Los guardias se encaraman en sillas -ni ocurrírseles traer escalera- y desmontan las dos lámparas colgantes. Como despedida, la mujercita señala:
--Aquí falta el retrato del Jefe.
Al caer la tarde vuelve Papy. Mamy le cuenta lo sucedido.
--No te preocupes, ahora vamos a la Curacao y compramos otras.
--Sí, responde ella, pero no muy caras, por si vuelve. Oh, y también un retrato del hombre.
Un sábado cualquiera durante La Era.
p.d. La mujercita era Nieves Luisa - hermana del "Jefe".
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INVITACION AL RECUERDO
Los dominicanos que nacimos entre 1930 y 1961 nacimos en La Era. Los que nacimos en La Era aprendimos desde la cuna a hablar poco y callar todo. Los que nacimos en La Era sabíamos por ósmosis que vivíamos en el terror. Lo sabíamos aunque nadie nos lo explicara. Los que nacimos en La Era recordamos tiempos tan apacibles que tenían que ser un mito. Y así era. Debajo de esa engañosa tranquilidad había un tumulto de horrores y temor que lo empañaba todo. Y aún así vivimos una niñez dorada... ESTE ES EL SITIO PARA RECORDAR...
wow. me encanto.
ReplyDeleteCoño, que pais nos gastamos. No creas que estamos muy lejos de ver algunas Nieves Luisa rondando por la ciudad. Hace como tres años fui a una charla de Thimo Pimentel en un restaurante, cuando llegué no habia parqueo disponible y tuve que estacionarme a media cuadra del lugar frente a una torre de apartamentos. Del parqueo de la torre vinieron dos guardias a decirme que no podia parquearme allí que me moviera INMEDIATAMENTE!, busque a ver si existia un. Letrero que dijera que se prohibia el parqueo y no vi ninguno, les dije ven quita el carro cojoyo, quien coño vive ahí que no puedo parquear mi carro en una calle libremente? En ese edificio vive una Nieves Luisa moderna
ReplyDeletePues que Dios nos agarre confesados, mi amigo.
DeleteGran dama Nieves Luisa... Si es que lo tenía todo... ¡pero todo lo malo!
ReplyDeleteAqui todo el mundo pone obstaculos y no permite el parqueo de nadie. Yo tambien he tenido esos problemas, pero como hizo el amigo Hector Emilio, yo me parqueo por encima de la cabeza de todo el mundo y yo mismo quito los obstaculos, cojoyo!!!
ReplyDeleteCiertamente el abuso era común. Sin duda hay miles de anectodas similares o peores.Lo importante es que no volvamos a vivir este tipo de situaciones ni nuestros hijos y nietos.
ReplyDeleteAlgo mas. Hasta cierto punto tuvo suerte. Hay otros casos que tocaban el timbre de la puerta en la madrugada para llevarse a alguien preso y muchas veces jamas regresaba. Así un día lanzaron en la galería de su casa el cadáver de Octavio De La Maza.
ReplyDeleteEl escritor dominicano Juan Bosch, en su libro Trujillo: causa de una tiranía sin ejemplo,
ReplyDeletedijo:
(…) El poder ilimitado que le ha conferido la posesión total de su
país ha hecho de Trujillo una fuerza que nada puede controlar…
La posesión del gobierno le permite usar canales diplomáticos,
resoluciones judiciales y legislativas, documentación falsa, y
cuenta con hombres que conspiran, secuestran, matan; puede usar
sin tasa el dinero que le produce una empresa que rige cincuenta
mil kilómetros cuadrados de tierras, bosques, minas, ríos, mares y
que tiene dos y medio millones de esclavos; una empresa que
cuenta con marina de guerra, aviación de guerra –caso único en el
mundo-, un mercado interior sin competidores y un mercado
mundial para colocar su producción; tiene a la orden órganos de
expresión publica –periódicos, televisoras, radios, agencias de
noticias- para que propaguen en el país y en el exterior aquello que
el desea (…)
5.1.8. LOS PANFLETEROS DE SANTIAGO
ReplyDeleteDías antes de haber sido develado el Movimiento Catorcista fueron apresados en Santiago
cerca de treinta jóvenes acusados de elaborar y poner en circulación, en el transcurso del mes de
diciembre de 1959, un panfleto o volante en contra de Trujillo escrito a mano que tenía la
siguiente inscripción: “VIVA LA REVOLUCIÓN, ABAJO EL TIRANO, LIBERTAD O
MUERTE”. En la parte de abajo el volante decía: “Unión Grupos Revolucionarios
Independientes (U.G.R.I.)” y en el dorso la siguiente inscripción: “Con Perdón de la Expresión;
Trujillo es UN MIERDA”.
Los integrantes de ese grupo eran adolescentes cuya edad fluctuaba entre los 15 y 20 años.
Según versiones, 27 de ellos fueron asesinados en la cárcel La 40 las noches del 29 y 30 de enero
de 1960.21